Mas allá de la resolución, esta es la cualidad a la que deberías prestar más atención en tu nueva Smart TV 4K

La gran mayoría de televisiones, sobre todo los modelos nuevos de marcas conocidas como Samsung, Philips, Panasonic, Sony o LG, cuentan ya con procesadores con inteligencia artificial que escalan artificialmente los contenidos en resolución 1080p 0 incluso 720p al 4K o a la máxima resolución posible. Aunque el tema del procesador puede resultar algo técnico para el cotidiano, revisar este apartado es muy importante.
Cuando vamos a comprar un nuevo televisor, todos nos fijamos en la resolución. Buscamos que sea como mínimo 4K, que tenga toda la amplitud de píxeles posible y que cuente también con los códecs Dolby Audio y Dolby Vision, sin olvidarnos del alto rango dinámico.
Todas estas características están bien, y siempre van a ser positivas para escoger bien (especialmente el 4K que debería ser obligatorio). Sin embargo, el procesador con el que la tele va a escalar contenidos a máxima resolución también es imprescindible.
Lo que ocurre es que, aunque cada vez más canales de la TDT están empezando a emitir en Full HD 4K, y también en plataformas de streaming muchos contenidos están disponibles en esta resolución, los contenidos en HD o 1080p todavía tienen mucha presencia, y por ejemplo en YouTube pero también en algunas cadenas de televisión encontraremos programación en esta calidad de visionado.
Aunque disfrutaremos de una emisión sin cortes, pueden aparecer problemas de calidad como bandas de color visibles o gradientes que desentonen en fondos oscuros. Además, si la conexión es inestable, la reducción del bitrate también perjudica la imagen final. Frente a esto, lo que hará un buen procesador de imagen en el televisor será detectar y corregir estos defectos en tiempo real, mejorando la imagen de forma notable.
El truco para diferenciar
Si no tenemos mucha idea y no queremos que nos den gato por liebre, algo que podemos hacer antes de comprarnos una tele es, pasarnos por la tienda física del comercio de nuestra preferencia, y pedir que nos muestren un tipo de vídeo concreto en la tele que estemos pensando en comprar.
En las tiendas de tecnología, normalmente las televisiones de muestra van a estar en modo demo, mostrando grabaciones en 4K y optimizadas para deslumbrar con todo el potencial del televisor. No obstante, para testar específicamente la capacidad del procesador, podemos pedir que nos muestren un vídeo en 1080p o 720p. Comparando el resultado en distintas teles, podremos ver cuál es capaz de adaptar ese contenido a la mejor resolución, ya que las diferencias se aprecian más con contenidos en baja calidad.