Microsoft sube de nivel la presión sobre el final de Windows 10

Quedan 147 días para el final de Windows 10. El final del soporte del clásico sistema operativo de Windows se producirá este mismo año y todo cambiará a partir de ese momento. Miles de s utilizan todavía Windows 10 porque no se han actualizado a Windows 11 e incluso ahora las tiendas están presionando al público para que se cambien.
Microsoft tiene una estrategia muy clara en lo que se refiere al final del soporte para Windows 10: la empresa quiere que compres un nuevo ordenador. Esto es algo que podemos comprobar desde su página web, donde tienen una s instalando Windows 10 a día de hoy.
Las tiendas también presionan
Como el tiempo se está agotando y cada vez quedan menos meses para que Windows 10 acabe retirado y sin soporte oficial, las tiendas están aprovechando. En el mercado japonés, donde Windows siempre ha tenido una cuota de mercado elevada, ya hay contadores de tiempo que indican los días que quedan hasta que se termine el soporte.

Los comercios, lógicamente, están viendo una gran oportunidad en el final de soporte para incrementar la venta de ordenadores. No se trata de un mal plan para ellos, dado que la comercialización de equipos PC tampoco se encuentra en su momento de máximo esplendor. Por ello, poner un contador como el de la foto que hemos hecho, donde a diario se actualizan los días que quedan para el final del soporte, acaba resultando, para los comercios, una idea excelente. El indicador de días se ve acompañado por una serie de mensajes que remarcan la urgencia de comprar un nuevo ordenador antes de que sea demasiado tarde. Entre ellos se puede leer «Continuar usando tu ordenador como hasta ahora… ¡es muy peligroso!» o «¡Actualiza a Windows 11 lo antes posible!». Esto también se podría llegar a ver en otros países a medida que nos vayamos acercando al final de soporte.
El problema está en las oficinas
Oficinas de todo tipo de empresas que no tienen un perfil tecnológico, así como los ordenadores que hay en instituciones y determinadas entidades públicas, son los lugares donde se sufrirán más problemas. El final de soporte de Windows 10 afectará a todos estos lugares con contundencia. Se trata de sitios donde, realmente, ni siquiera existe conocimiento sobre lo que terminará ocurriendo en octubre. O son oficinas que no tienen un departamento de informática que se ocupe de proteger y actualizar sus sistemas o son lugares en los que no se presta demasiado atención a los ordenadores si todo sigue funcionando. El problema vendrá cuando, a partir de octubre, estos equipos se puedan convertir en el objetivo de ataques.
Porque es obvio que a nadie se le escapa que los cibercriminales aprovecharán el final de soporte de Windows 10 para llevar a cabo multitud de ataques. Saben que miles y miles de ordenadores en todo el mundo van a quedar desprotegidos y que podrían realizar multitud de operaciones de ataque e infección. Como decimos, hoy día todavía hay oficinas de ayuntamientos, de pequeños departamentos públicos, de clínicas o escuelas que siguen usando Windows 10. Y siguen con el sistema operativo clásico porque todo continúa funcionando bien. No ven necesario comprar nuevos ordenadores, lo que requeriría una importante inversión, porque para usar uno o dos programas sencillos, no lo necesitan. Esto es lo que escama y que genera malas sensaciones en el entorno de Windows, donde acaba no estando justificada la presión que están haciendo para el salto a Windows 11.

En Microsoft se han encontrado con que el ritmo de adopción de Windows 11 no es bueno y tienen que intentar solucionarlo sea como sea. Pero la realidad es que la empresa está viendo cómo el tren pasa. Cada vez hay más opciones como alternativa a Windows y se están vendiendo más equipos con sistemas como Chrome OS. Eso pone a Microsoft en una situación difícil, en especial teniendo en cuenta que incluso más de un 30% de los jugadores de Steam siguen usando Windows 10.
Porque es fácil entender que las oficinas o ayuntamientos tengan todavía Windows 10, pero no resulta tan comprensible que s que juegan con su PC sigan utilizando esta versión de Windows. A partir de octubre, podremos comprobar las consecuencias de esta campaña y ver cómo Microsoft lidia con lo que se le puede venir encima.
Mientras tanto, lo que cada vez se está extendiendo más son las alternativas a Windows, como distintas distribuciones de Linux que están imitando la interfaz del sistema de Microsoft para hacer el cambio más sencillo. Esto podría seguir como tendencia si, al final, Windows 11 no consigue remontar en su nivel de popularidad en los próximos meses.