Las actualizaciones de Windows 11 siguen llegando a diestro y siniestro. Algunas solucionan problemas y otras, al mismo tiempo, generan más errores. Unas son obligatorias y otras, opcionales. En este caso, ya está disponible una opcional y, como buena noticia, podemos decir que soluciona un problema muy sonado.
Los s de Windows 11 ya tienen a una nueva actualización que llega de forma opcional con el número de versión KB5053657. La mala noticia es que, por el momento, no está disponible para los s que hayan actualizado sus equipos a Windows 11 24H2. Así, al menos ahora, quienes se pueden beneficiar de la actualización son aquellas personas que tengan su Windows 11 en las versiones 22H2 o 23H2. Es de imaginar que, antes o después, también aterrizará en Windows 11 24H2.
Microsoft lanza su exorcismo
No, no estamos locos. Esta actualización llega con el objetivo principal de solucionar un problema que había dado mucho de lo que hablar y que estaba dando serios dolores de cabeza a muchos s. Se trata de la maldición de las impresoras USB, ese error por el cual, de manera totalmente extraña, algunas máquinas se ponían a imprimir texto de forma aleatoria sin ningún tipo de sentido. En principio, hubo personas que pensaron que se trataba de algo paranormal. También se llegó a atribuir a hackers o a bromistas que estaban intentando reírse de los s afectados. Pero, en realidad, se trataba de, sorpresa, un problema de Windows 11.
Por suerte, se llegó a esclarecer con rapidez el misterio del origen del problema. Además, no ocurría con todas las impresoras, sino solo con algunos modelos con opción de conexión USB. Microsoft mencionó que podía imprimirse texto aleatorio, incorrecto o no deseado. Lo cierto es que se imprimían cosas aleatorias sin sentido con las que algunos s no estaban contentos.
Este error se está sufriendo desde enero, mes en el que también comenzó el problema con las impresoras. Si bien la actualización que le ponga remedio todavía está en camino y no desvelan exactamente cuándo llegará, Microsoft ha optado por usar un Rollback. Este es el proceso por el cual la compañía manda los ordenadores afectados a una versión anterior de Windows en la cual no se estuviera sufriendo el problema. La buena noticia es que los s simplemente tienen que reiniciar sus equipos para que este proceso se lleve a cabo y que así no sigan expuestos al error. Al mismo tiempo, sus versiones de Windows 11 quedarán bloqueadas en lo que se refiere a aplicar nuevas versiones. Al menos, claro está, hasta que solucionen el problema de raíz y así los ordenadores se puedan actualizar de manera adecuada.
La buena noticia es ver que, aunque haya muchos problemas, Microsoft sigue haciendo lo posible para resolverlos. Todavía tiene mucho trabajo por delante, pero habrá que cruzar los dedos para que las actualizaciones y los parches sigan llegando a buen ritmo.