Pueden ser los aspectos del menú inicio o la barra de tareas, o bien la obligación de iniciar sesión con una cuenta de Microsoft. Hay aspectos de Windows 11 que están suscitando muchas críticas, y aunque seguirá siendo la opción preferida de muchos que no quieren comprar un Mac, Microsoft haría bien en escuchar estas quejas de los s.
Desde su lanzamiento en 2021, Windows 11 ha ido llegando poco a poco a los s a medida que estos decidían actualizar o compraban equipos más potentes. De hecho, las exigencias de hardware suponen una de las mayores críticas que se esgrimen contra la última versión del sistema operativo, ya que Microsoft no está permitiendo a muchos ordenadores actualizar por distintos motivos. Tu equipo necesita, en concreto, un chip de seguridad TPM, una U reciente y compatibilidad con Secure Boot.
Por otro lado, el nuevo sistema introduce cambios de estética y aspecto que, aunque pueden darle una apariencia más limpia y moderna, esconden algunos trucos con los que Microsoft busca sacar beneficio de formas un tanto molestas. Unos ejemplos son la introducción de anuncios en el menú inicio o los mensajes que parecen querer forzarte a usar su asistente de IA, Copilot.
En este contexto, vamos a repasar algunos de los puntos débiles (o atractivos, en caso de que por alguna razón a ti sí te gusten los cambios) de Windows 11 a considerar si estás pensando en comprar un nuevo ordenador con este sistema operativo. También te servirá para decidir si será mejor quedarte con Windows 10, aunque hacerlo puede salirte caro debido a la política que ha tomado la compañía sobre el soporte para este sistema.
El menú inicio de Windows 11 ha empeorado
El menú inicio es una de las partes más esenciales del sistema operativo, ya que es a donde nos dirigiremos continuamente para comenzar a realizar tareas en el ordenador. El menú de Windows 10 mostraba una lista vertical de aplicaciones según diversos órdenes, como las recientemente añadidas, las más usadas, y por orden alfabético. Al lado, se mostraba una lista de iconos de mayor o menor tamaño para acceder rápidamente a las aplicaciones que más usamos, de una manera más visual.
En Windows 11, por el contrario, desaparecen los mosaicos de distinto tamaño y se presenta un de tres alturas con aplicaciones fijadas (para colocar las que más utilicemos). Debajo de este, hay un de apps recomendadas que no gusta a algunos s, dado que Microsoft puede aprovechar para meter ahí aplicaciones que quiera promocionar de alguna forma, aunque a nosotros no nos interesen.
Lo bueno es que puedes desactivar los anuncios en este apartado de ‘Recomendados’ si quieres. Lo cual no quita que sea molesto que vengan activados de forma predeterminada.
La barra de tareas puede despistarte
Windows 11 coloca el botón de inicio y una serie de iconos de aplicaciones de uso frecuente en la parte central de la barra de tareas, de manera similar a como aparecen en el sistema operativo de Apple. A quienes les gusta la estética de los MacBook tal vez les agrade este cambio, pero tiene una parte mala. Dado que los iconos en esta barra van apareciendo y desapareciendo, el botón esencial del menú Inicio, situado a la izquierda de todos, también se va moviendo.
De todas formas, una vez hayas configurado el sistema, puedes cambiar o quitar esta cuenta de forma posterior tras la instalación. Si por el contrario, te gusta el ecosistema de Microsoft, usar su cuenta en el sistema te aportará beneficios como sincronización con OneDrive (su almacenamiento en la nube), inicio de sesión rápido para las apps de Office, y la posibilidad de reinstalar Windows sin necesidad de introducir número de serie.
Es engorroso cambiar las aplicaciones por defecto
Si queremos cambiar el navegador por defecto, la aplicación con la que abrimos PDFs o el reproductor multimedia con el que ver vídeos, podemos hacerlo, pero el proceso es algo pesado. Esto es porque, en lugar de cambiar de una sola vez el programa que queremos usar para una determinada tarea, lo que se nos pide es cambiar el programa predeterminado con el que abrir cada tipo de archivo en concreto, es decir, dependiendo de su terminación (.pdf, .mov, .png…).
De esta forma, tal vez tengamos que estar repitiendo configuraciones varias veces hasta que por fin el sistema actúe como queremos.
Dicho todo esto, estos inconvenientes son subjetivos, tal vez no lo sean para ti. Y por supuesto, Windows 11 tiene también muchas cosas buenas. Es, sobre todo, cuestión de gustos.