Cuando vamos a comprarnos una cámara tenemos dudas sobre qué deberíamos elegir. Una cámara réflex o una cámara mirrorless que nos permitirá disparar con la mejor calidad posible incluso si somos principiantes. Pero hay otra duda que quizá debemos tener en cuenta y es: ¿comprar una cámara Full Frame o APS-C? En estos casos, podemos despejar las principales incógnitas en los próximos párrafos.
Si quieres hacer las mejores fotos posibles, probablemente habrás pensado que la mejor idea es comprar una cámara Full Frame, aunque sean más caras. No siempre va a ser la solución y no siempre es indispensable para hacer buenas fotografías: influyen más otros factores, como las lentes o el retoque que se les haga posteriormente.
Full Frame y APS-C, ¿qué significa y qué son?
Cuando hablamos de Full Frame, nos referimos al tamaño del sensor que equipan las cámaras. Este tamaño equivale al mismo que han utilizado tradicionalmente las películas de 35 mm, siendo otro nombre por el que se le conocen. Un sensor Full Frame tiene una superficie de 36 x 24 mm, mientras que en las cámaras APS-C el sensor es más pequeño (22 x 15 mm en cámaras Canon y 24 x 16 mm en cámaras Nikon). En comparación, el sensor de la cámara de un móvil de gama alta actual se sitúa en torno a 6,2 x 4,5 mm; casi 12 veces menor tamaño que un sensor APS-C de Canon y 31 veces menos superficie que un sensor Full Frame.
El tamaño de un sensor es un factor muy importante, pero no lo es todo. También tenemos otro tamaño conocido como Micro 4/3, de 17,3 x 13 mm, usado por fabricantes como Panasonic u Olympus en muchas de sus cámaras réflex y mirrorless.
Otro formato usado por profesionales es el conocido como formato medio, también llamado medio formato, que dependiendo del fabricante puede tener tamaños de 43,8 x 32,8 mm, o incluso 53,4 x 40 mm, siendo este último 2,5 veces mayor en tamaño que un sensor Full Frame. Estas cámaras ofrecen una calidad de imagen espectacular e inmejorable, pero también cuestan decenas de miles de euros.
El efecto de desenfoque en una cámara réflex o mirrorless se consigue poniendo el objetivo en su máxima apertura. Con un 50 mm f/1.8 podemos conseguir que le entre mucha luz al sensor, además de reducir la profundidad de campo. Esto quiere decir que el punto que tendremos enfocado en la imagen será muy corto, centrando la atención en él (por ejemplo, la cara de una persona en un retrato).
El efecto de desenfoque es mayor en las Full Frame que en las APS-C. Por ejemplo, un retrato a f/4 en una full frame producirá una profundidad de campo y un desenfoque similar al que logra una cámara APS-C a f/2.8. Sin embargo, esto también juega en contra de las Full Frame, ya que para lograr la máxima nitidez es necesario cerrar más la lente. A una misma distancia focal, si el máximo punto de nitidez de una APS-C se alcanza en f/11, en una full frame será de f/16.
Sensores
El sensor de una cámara es lo que captura la luz y crea una imagen, en los viejos tiempos era la película de la cámara la que capturaba la luz. Ahora es un chip digital, comúnmente conocido como sensor de cámara. Actualmente hay tres tamaños comunes de sensores de cámara:
- Sensor de fotograma completo: 35 mm a lo largo de su borde más largo (basado en el antiguo tamaño negativo de 35 mm).
- Sensor APS-C (también conocido como sensor de recorte): 22 mm en su borde más largo.
- Sensor Micro 4 3: 17 mm en su borde más largo.
La principal diferencia entre un sensor de cultivo (APS-C) y un sensor de fotograma completo es su tamaño. En general, cuanto más grande sea el sensor, más grande será el cuerpo de la cámara y se capturará más información. Hay dos razones principales por las que las empresas de cámaras fabrican sensores de diferentes tamaños. Uno de ellos es que cuesta menos fabricar sensores más pequeños, por lo que ese costo se puede transferir al cliente.
El segundo es el tamaño. Las cámaras de fotograma completo son más grandes y pesadas, por lo que algunas personas eligen el sistema de sensor de recorte para hacer que la cámara sea más pequeña y liviana. No solo el cuerpo de la cámara será más pequeño, sino también las lentes y todos los rios.
¿Qué tipo de fotos vas a hacer?
Más allá de todo lo que te hemos contado y de lo que te diremos después, a efectos prácticos deberías pensar en el tipo de fotografías que piensas realizar de una manera más frecuente. El motivo de ello es que, como ya te puedes imaginar, la elección entre APS-C y Full Frame está muy relacionada con ello.
Para paisajismo y escenarios de amplias dimensiones donde quieras resaltar la belleza del entorno, una cámara Full Frame te va a proporcionar un rendimiento muy superior. La diferencia de calidad es obvia al primer vistazo si haces una comparación de dos fotos realizadas en el mismo lugar, una con Full Frame y la otra con APS-C. Pero si estás pensando en hacer retratos y en enfocarte en objetivos más concretos, los resultados que obtendrás con una cámara APS-C serán más que suficientes y te dejarán muy complacido. Recuerda que, por otro lado, también influirán los rios y complementos que utilices en cada sesión fotográfica. Y no hay que restar relevancia al excelente zoom que puedes conseguir con las APS-C.
Incluso en paisajismo, si no eres realmente exigente y prefieres poner por delante la relación calidad-precio, tampoco vas a tener problemas utilizando una APS-C. Hay muchos factores relevantes, pero valorando lo que ofrecen ambas cámaras con estos dos tipos de foto, acaba siendo más un aspecto de presupuesto que de dejarse llevar por una tecnología u otra. A día de hoy, los grandes profesionales usan Full Frame prácticamente en exclusiva, pero aquellos que siguen con APS-C no encuentran ninguna limitación a su trabajo, ni en paisajismo ni en retratos.
La mejor para hacer fotos de naturaleza
El uso de las mejores cámaras es aplicable en todo tipo de trabajos, pero hay algunos de ellos que requieren unas características concretas. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con todo lo relacionado con la fotografía de la naturaleza y la vida salvaje, como todo tipo de animales. En este tipo de contexto, las cámaras APS-C son las más recomendables.
Los expertos coinciden en esta recomendación por una serie de motivos concretos. Lo más importante es que las cámaras APS-C son las que te proporcionan el factor de recorte de una manera en la que vas a poder ver pájaros y cualquier otro tipo de ser vivo sin tener que estar cerca. Podrás tener una imagen de calidad por medio de la expansión de las lentes telephoto y, en el proceso, no tendrás que sufrir los principales problemas que implica el uso de las Full Frame.
Así, por ejemplo, no tendrás que lidiar con una cámara y lentes excesivamente pesadas que, en este tipo de contexto de la naturaleza, normalmente no es algo que resulte bienvenido. Pensando en que tengas que moverte en situaciones complejas, por terrenos que no son precisamente cómodos y quizá incluso ante la presencia de animales que supongan un peligro, una cámara APS-C será mucho más recomendable. Otro de los beneficios de estas cámaras es que, por su tamaño compacto, normalmente tienen una mejor capacidad y ayudan a que puedan ser utilizadas en sesiones largas sin sufrir ningún inconveniente.
Hay otros contextos en los que las cámaras APS-C también son más recomendables, pero en otros casos ocurre totalmente lo contrario. Por ejemplo, una Full Frame será siempre mucho más recomendable que una APS-C cuando se refiere a disfrutar de la astrofotografía, tipo de foto en el que necesitarás todas las características de este tipo de cámara.
¿Cuál elegir? Calidad y precios
La relación calidad/precio de una cámara con sensor APS-C es muy difícil de igualar. Se pueden conseguir resultados profesionales con una cámara de 500 euros y un objetivo de 100, y la mejora de pagar cuatro o cinco veces más no es tan sustancial. El motivo por el que las cámaras Full Frame cuestan más es porque están orientadas a profesionales que pueden permitírselas y amortizarlas, además de tener funciones adicionales como la resistencia a la lluvia, mayor velocidad de disparo en ráfaga, o una mayor calidad de construcción.
Todo eso hace que el desarrollo de esas cámaras sea más complejo y costoso, lo que hace que el precio sea superior. Además, se fabrican menos cámaras con sensor Full Frame que APS-C, lo cual se suma al hecho de que sus componentes son más caros. En definitiva, ve con lo que te permita tu presupuesto. Cuando más dinero inviertas, mejor calidad de imagen vas a lograr. Sin embargo, si buscas una buena relación calidad/precio, opta por una APS-C como la 200D o la Sony Alpha A6300.