Históricamente, los monitores han estado plagados de los llamados artefactos de pantalla, que se conocen mejor como desgarros, un problema visual que se caracteriza por la visualización de dos (o más) fotogramas al mismo tiempo. Este molesto defecto no solo reduce la fluidez general y la inmersión cuando jugamos a nuestros títulos favoritos, sino que también sitúan en clara desventaja cuando se compite en niveles más altos.
Afortunadamente, los fabricantes de GPU se percataron de ello hace tiempo e introdujeron la tecnología de frecuencia de actualización variable que permite que el GPU y el monitor se comuniquen y reduzcan dichos artefactos. FreeSync de AMD y G-Sync de Nvidia han llegado para solucionar este inconveniente.
Qué es FreeSync
FreeSync es la tecnología de frecuencia de actualización variable de nivel de entrada de AMD. Se lanzó en 2014 para ayudar a reducir el desgarro de la pantalla que ocurriría cuando la frecuencia de actualización del monitor no estuviera sincronizada con la salida de frecuencia de cuadro del GPU.
La frecuencia de actualización de un monitor se mide en hercios y nos permite saber cuántas veces la pantalla puede actualizarse cada segundo. Una GPU, por otro lado, es un procesador de gráficos que genera cuadros y los envía al monitor. El objetivo es que la GPU represente la cantidad exacta de fotogramas (FPS) que el monitor puede actualizar cada segundo. Por lo tanto, un monitor que se actualiza 75 veces por segundo (75 Hz), funcionará de manera más eficiente cuando la GPU lo alimente a 75 cuadros por segundo. Y cuando no ocurre esta sincronización sucede el desgarro.
Muchas configuraciones de PC tendrán dificultades para mantener una cantidad fija de fotogramas cuando se reproducen títulos modernos más exigentes. A menudo vemos grandes variaciones en FPS según el juego al que estamos jugando, su exigencia gráfica y qué resolución de pantalla estamos usando. En estos escenarios, ya sea porque se muestren dos fotogramas a la vez o simplemente un juego entrecortado, a menudo veremos algún tipo de desgarro en la pantalla.
Y ahí es donde FreeSync interviene. La tecnología de frecuencia de actualización variable de AMD permite que la GPU controle la frecuencia con la que el monitor se actualiza por segundo, sincronizando la frecuencia de actualización del monitor con la cantidad de FPS que obtiene en un momento dado.
Obviamente, esto viene con sus limitaciones, ya que un monitor con una frecuencia de actualización de 60 Hz solo podrá itir una frecuencia de actualización variable de hasta 60 cuadros por segundo. En este caso, tendremos que limitar el FPS a 60 para obtener mejores resultados. Dicho esto, si nuestro PC tiene problemas para alcanzar más de 60 FPS, FreeSync reducirá la frecuencia de actualización del monitor (hasta 9 fotogramas por segundo) para que coincida con su frecuencia de fotogramas, creando una experiencia mucho más fluida y sin interrupciones.
Nos dirigimos a la opción Configurar G-Sync en la barra lateral y si estamos utilizando un monitor G-Sync oficial, debería estar activado de forma predeterminada, pero si no lo está, es posible que debamos hacerlo nosotros. Marcando la casilla Habilitar G-Sync, elegimos si deseamos habilitarlo para pantalla completa o y modo de ventana, y seleccionamos (si tenemos varios monitores).
Finalmente, marcamos Habilitar configuración para el modelo de pantalla seleccionado en la parte inferior. Esta casilla de verificación no existe para todos los monitores, pero es fácil pasarla por alto incluso cuando está presente. Clic en el botón Aplicar y G-Sync debería estar habilitado y listo para funcionar.
Para asegurarnos de que funciona correctamente, podemos descargar la demostración de Pendulum de Nvidia y jugar con la configuración. Cambiando entre «No Vsync» y «G-Sync» en la parte superior, debería ver desaparecer el desgarro de la pantalla al encender G-Sync. Si marcar la casilla G-Sync no funciona, es posible que se haya omitido un paso anterior o que el monitor no sea compatible con G-Sync. También podemos intentar habilitar los controles deslizantes FPS y jugar con ellos para ver cómo va el monitor y su reacción a diferentes porciones del rango de actualización.
Diferencias entre FreeSync y G-Sync. Conclusiones
Básicamente, G-Sync y FreeSync son lo mismo, ya que ambos sincronizan el monitor con la tarjeta gráfica y permiten que ese componente controle la frecuencia de actualización de forma continuamente variable. Pero un monitor también puede ir más allá de los requisitos y, por ejemplo, no se requiere que un monitor FreeSync tenga HDR y algunos de estos logran el desenfoque de movimiento a través de una tecnología asociada patentada, como Asus ELMB Sync.
Especificaciones técnicas
Entrando en especificaciones más técnicas, FreeSync es un estándar abierto, lo que significa que cualquier empresa puede usar su tecnología para desarrollar productos. Por el contrario, se necesita el permiso de Nvidia para utilizar G-Sync. La frecuencia de actualización máxima compatible de FreeSync Pro es de 120 Hz o superior, y con G-Sync Ultimate de 144 Hz o superior.
Los monitores con FreeSync no requieren componentes de hardware patentados para ejecutar la tecnología y G-Sync sí para itirla. La certificación FreeSync no garantiza la compatibilidad con el color de alto rango dinámico de HDR y los monitores G-Sync deben tener HDR para ser certificados. La frecuencia de actualización mínima de FreeSync es de 60 Hz por lo 30 Hz de la marca de Nvidia.
¿Cuál es superior?
Según varios expertos, no hay diferencia visual entre FreeSync y G-Sync cuando las velocidades de fotogramas son las mismas. Reconocen que G-Sync es superior técnicamente, porque ofrece algunas funciones adicionales además de la sincronización adaptativa. Pero por otra parte, FreeSync suele ser mucho más asequible, lo que lo convierte en la mejor opción para los jugadores que tienen un presupuesto limitado.
Ante un empate técnico, tu decisión también podrá depender de la configuración previa o futura de tu PC. Si ya dispones de una tarjeta gráfica Nvidia GeForce GTX, tú decisión está clara, tendrás que elegir un monitor G-Sync. Por otro lado, si cuentas con una tarjeta gráfica de AMD Radeon RX, y como hemos comentado el presupuesto es un aspecto importante para ti, la opción de un monitor FreeSync tal vez sea la tuya.
Otro motivo será que quieras un kit completo, más allá de la tarjeta, para aprovechar al máximo las capacidades de tu hardware y los servicios de la marca. Además, puede que no quieras renunciar a tecnologías exclusivas de una determinada marca. AMD dispone de las suyas (al igual que cualquier marca), pero en el caso de Nvidia disponemos de varios ejemplos como es el caso de la revolucionaria Ansel, que sirve para capturar imágenes en 360 grados e imágenes con superresolución.
También tenemos Hairworks que como su nombre indica permite la recreación del cabello de humanos y animales de una forma ultra realista, ya no sólo a nivel de textura si no en el procesamiento de las físicas de pelo, un aspecto muy complicado al estar procesando a la vez cientos de elementos (cabellos) diferentes en aspecto y comportamiento. Y por mencionar alguna más tenemos Physc, que se encarga de las físicas de los elementos que hay en el escenario como humo, fuego, texturas, etc.