Actualmente los smartphones se encuentran totalmente integrados en nuestra vida diaria. Los utilizamos para llamar, mantener el o con nuestros amigos en las redes sociales, consultar y operar con el banco, comprar entradas para eventos, realizar y compartir fotografías y leer multitud de páginas web. Debemos ser especialmente cuidadosos para preservar nuestra vida privada y evitar problemas con nuestra privacidad.
Al estar presente en la mayoría de acciones que realizamos a diario, la cautela es fundamental para no ver nuestra servicios como bancos o compras online. En el caso del Bluetooth, además de desactivarlo cuando no lo necesitemos, no hay que ponerle nunca un nombre que nos pueda identificar. Si nuestro terminal lo permite, se recomienda añadir un bloqueo mediante contraseña o patrón, para evitar un uso indebido en caso de robo o pérdida.
En cuanto al software de nuestro smartphone, se recomienda tener siempre instalada la última versión disponible del sistema operativo, que suele corregir fallos y agujeros de seguridad. Si podemos, es interesante tener un antivirus instalado, que nos proteja de la gran cantidad de malware presente en la red. Por último, se recomienda utilizar aplicaciones que cifren nuestros datos, tanto los almacenados como los enviados, como programas de mensajería.
Con estos consejos podemos reducir al máximo los riesgos intrínsecos en el uso de teléfonos móviles inteligentes. Aunque por encima de todas las recomendaciones está el sentido común. Nunca debemos confiar en enlaces sospechosos, ni publicar nuestra vida privada en Internet.