Facebook ha patentado una nueva tecnología de cara a evitar que sus s compartan contenidos protegidos con derechos de autor a través de la red social. El sistema analiza con detalle algunos «indicadores sociales» de los perfiles de para detectar si comparten archivos o enlaces sospechosos de ser considerados «piratas».
Al igual que sucede con otros grandes portales de Internet basados en los contenidos que generan sus s, Facebook cuenta con su particular batalla contra la denominada «piratería«. Para ello utiliza un sistema que ha sido patentado por la compañía de cara a minimizar que estos archivos circulen por su plataforma a la par que busca ahorrarse problemas legales con la beligerante industria cultural y del entretenimiento.
Denominada «Utilizar señales sociales para identificar contenido no autorizado en un sistema de red social», la patente sirve para identificar los contenidos que considera «ilegales» procurando bloquearlos. Para ello analiza toda la actividad de los s en la red social, «desde su información personal a la de sus amistades, localización geográfica, hobbies o películas y series preferidas«.
La nueva herramienta permite a los responsables de la red social predecir si un contenido compartido es «legal o no». «Algunos s abusan a la hora de publicar contenido y difunden archivos que infringen las leyes de propiedad intelectual«, señalan. A partir de ahora será más fácil localizarles y al igual que sucede con determinadas webs se bloquearán estas publicaciones.
«El sistema puede recopilar señales sociales como por ejemplo la diversidad de s que visitan determinados contenidos, las relaciones entre estos o con quien haya compartido el enlace», explican. Así, si la herramienta detecta alguna anomalía en base a los datos analizados previamente puede llegar a predecir hasta qué punto es ilegal el contenido y elimina el enlace o el archivo.
La red social no ha revelado si el sistema ya está en uso ni qué datos exactamente extrae de los perfiles de los s. En cualquier caso, cabe pensar que no todos los s puedan estar demasiado contentos por la vigilancia intensiva a la que se someten todos sus datos, desde los personales hasta los contenidos que comparten. ¿Estamos ante un nuevo capítulo del «todo vale» en la lucha contra la «piratería»?