Nuevo ejemplo de la persecución indiscriminada que realiza la industria cultural y del entretenimiento. En este caso conocemos la situación de una mujer en Alemania a quien han multado con 650 euros por descargar una copia de una película. «Curiosa» acusación cuando menos, puesto que no posee ni router ni ordenador.
El portal Torrentfreak.com nos vuelve a dar nuevas muestras de la detección de la dirección IP» por parte del operador que facilitó la IP.
Este caso pone en evidencia la situación que se vive en Alemania respecto a las descargas en Internet de material protegido con derechos de autor. La presunción de inocencia vuela por los aires, ya que los s perseguidos por la industria tienen que demostrar que no son culpables si son acusados de infringir los derechos de autor, lo que deja en una situación de indefensión a miles de ciudadanos. Aun así parece que ni siquiera demostrando la inocencia consiguen librarse de estas elevadas multas.